Los ojos no quieren estar siempre cerrados

143.353

(Los ojos no quieren estar siempre cerrados)

2010

143.353 (los ojos no quieren estar siempre cerrados) es un vídeo monocanal de 117 minutos y una videoinstalación de dos canales de Marcelo Expósito. Realizado en 2010, fue un trabajo producido para la exposición Principio Potosí. ¿Cómo podemos cantar el canto del Señor en tierra ajena?, comisariada por Alice Creischer, Max Jorge Hinderer y Andreas Siekmann en el Museo Reina Sofía de Madrid, que planteaba un estudio, en el marco de la globalización neoliberal, de las raíces coloniales de la modernidad europea. El vídeo proponía una arqueología forense de algunas imágenes quintaesenciales para la conformación de la identidad nacional española, realizando un recorrido histórico a través de la iconografía de Santiago Matamoros y deteniéndose en la promulgación de la imagen como una herramienta para la lucha ideológica en manos de la Contrarreforma católica. El trabajo tiene otro de sus epicentros en el trabajo cartelista de guerra de Josep Renau en la década de 1930 y su caracterización de la producción de imágenes y de la gestión cultural como un campo de batalla político republicano y antifascista. Se cierra con una larga secuencia sobre una exhumación masiva de muertos de la Guerra Civil española y represaliados por el franquismo realizada a los pies del Monasterio de Uclés, junto con una entrevista a Emilio Silva, fundador de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).

 

«Donde hay resistencia, allí se debe filmar» (Serge Daney, a propósito de Straub/Huillet).

«También otros tienen ojos y están atónitos» (El modelo Antígona de Sófocles, por Bertolt Brecht)

El 8 de octubre del año 2000, un desconocido Emilio Silva Barrera publicó un artículo en La Crónica de León, un diario local español. Su título: «Mi abuelo también fue un desaparecido». El artículo anunciaba la intención que su autor tenía de abrir la fosa común anónima y sin localización precisa donde yacían enterrados su abuelo y otros trece civiles asesinados por pistoleros de Falange en octubre de 1936, a pocos meses de comenzar la Guerra Civil española. Se cumplen ahora por tanto diez años de ese acontecimiento menor que habría de precipitar con el tiempo lo que actualmente estamos viviendo en España como un verdadero terremoto psicosocial: el movimiento que se denomina a sí mismo de «recuperación de la memoria histórica», cuyos dos resultados más ostensibles vienen siendo, por una parte, el haber desencadenado una oleada de exhumaciones de restos de desaparecidos en la primera década de la represión organizada por los militares sublevados contra el gobierno de la República Española, y, por otra parte, el debate público —que no se había dado nunca antes en la historia española de manera tan intensiva, ni siquiera a lo largo de los 35 años de postdictadura y democracia formal que median entre la muerte del general Franco y la actualidad— sobre la necesidad de investigar la verdad de los mecanismos precisos que adoptó la represión fascista en la España de las décadas de 1930 y 1940, de aplicar la justicia frente a la inmensidad de los crímenes cometidos —que no pueden ser calificados sino como crímenes contra la humanidad— y de restañar con una reparación el sufrimiento infligido a las víctimas durante décadas.

143.353 (los ojos no quieren estar siempre cerrados) es un proyecto pensado inicialmente como contribución a la exposición Principio Potosí, inaugurada en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en mayo de 2010. Los argumentos centrales de dicha exposición (por ejemplo: la continuidad arquetípica del proceso de acumulación originaria entre los diferentes momentos posibles donde situar el inicio de la modernidad, y el entrelazamiento indisociable de modernización y colonialismo: esto es, la explotación y el genocidio como fundamentos de la modernidad capitalista), se sostienen mediante el siguiente modus operandi: a una larga lista de artistas y activistas activos en varias partes del mundo se nos solicitó realizar proyectos que contestasen a una serie de obras —fundamentalmente pinturas— provenientes de varios momentos del barroco español o el barroco colonial latinoamericano. Nuestro proyecto en particular parte de enfrentarse simultáneamente al cuadro Santiago batallando con los moros (1690) del sevillano Lucas Valdés y a una pintura de autoría anónima que data de mediados del siglo XVIII, representando al rey español Felipe V bajo las características de Santiago Matamoros.

La primera de esas imágenes está depositada en España, en el Museo de Bellas Artes de Córdoba; y la segunda en América, en el Museo Nacional de Arte de La Paz. Esta ubicación de las imágenes a uno y otro lado del Atlántico permite a nuestro proyecto plantear la pregunta de cómo circulan, actualizándose en el tiempo (histórico) y en el espacio (geopolítico), ciertas articulaciones específicas entre el poder y las representaciones visuales; y ubicar esa interrogación en el momento en que se celebran los bicentenarios de las independencias de la mayoría de los actuales Estados-nación de América latina.

[Leer el texto completo de Marcelo Expósito.]