El monumento de la cultura occidental fue la instalación con la que Marcelo Expósito contribuyó a la exposición colectiva Madrid. Espacio de interferencias, comisariada por Javier Maderuelo en el Círculo de Bellas Artes, Madrid, 1990. Se trató de una muestra influyente por poner en común de forma pionera a artistas neoconceptuales de la década de 1980 con la generación de los «nuevos comportamientos artísticos» de 1960-1970. Entre los once artistas participantes en la exposición se contaban Juan Hidalgo, Isidoro Valcárcel Medina, Concha Jerez, Darío Corbeira o Francisco Felipe.
La obra de Marcelo Expósito no reclamaba para sí un espacio específico de contornos determinados, y consistió en pintar de rojo —a caballo entre la decoración y la ocupación de espacios muertos de las salas de exposiciones— varias paredes a lo largo del recorrido de la muestra. En su parte superior, rozando los techos, se reproducían en letras blancas pasajes de ¿Qué es la Ilustración? (1784) de Immanuel Kant referidos a la relación entre razón, libertad, obediencia y emancipación. La combinación de rojo y blanco era una cita del Cuadrado rojo suprematista [sobre fondo blanco] pintado por Kazimir Malevich en 1915, un cuadro también conocido como Realismo pictórico de una campesina en dos dimensiones. Sobre el suelo reposaban cajas de luz —enchufadas a las paredes en rojo— con transparencias fotográficas que mostraban la misma imagen repetida del Volumen 18 de la lujosa reedición facsimilar de la Encyclópedie publicada por Franco Maria Ricci Editore, cuya edición original había sido dirigida por Diderot y D’Alembert entre 1751-1772. La Enciclopedia original se componía de 17 volúmenes; el 18, por lo tanto, era un volumen añadido en la lujosa reedición. La exposición tuvo lugar en 1990 pero el proyecto se diseñó el año anterior, cuando se celebraba en Europa el segundo centenario de la Revolución Francesa.